María Montessori y su revolucionario método del aprendizaje


 

Su método  formula seis principios básicos:  autonomía, independencia, iniciativa, capacidad de elegir, desarrollo de la voluntad y autodisciplina.

Aunque es considerada la pedagoga más importante del siglo XX, la italiana María Montessori estudió ingeniería y biología a temprana edad,  además de graduarse como la primera mujer médico de su país en 1896. También estudió Antropología y obtuvo un doctorado en Filosofía. Sin embargo, su aporte al campo de la pedagogía es considerado revolucionario, especialmente con niños con deficiencias mentales.
Maria Tecla Artemisia Montessori, apostó  por  lograr en los niños,  la capacidad de pensar por sí mismos, sin depender constantemente de  los adultos para su aprendizaje;  es decir, que fuesen sus propios maestros.

Mediante su método, María Montessori logró el aprendizaje de las operaciones básicas en niños menores de seis años, aplicando nuevos materiales didácticos que facilitaran este aprendizaje.
EL EXILIO
Mussolini distinguió su trabajo en el campo educativo, pero su condena al fascismo por “formar a la juventud según sus moldes brutales” y de convertirlos en “pequeños soldados” la obligo al exilio, al ser clausuradas sus escuelas.
En 1935 se estableció en Roma en plena guerra civil. Más adelante se trasladó a la India, en épocas de la Segunda Guerra Mundial, donde desarrolló el proyecto de comunidades infantiles en lugar de las guarderías.

Volvió a Italia en 1947 y dos años después se estableció en Holanda, país donde murió en 1952.

SU DECÁLOGO EN LA EDUCACIÓN DE NUESTROS HIJOS
Primero: Recuerda siempre que los niños aprenden de lo que les rodea. Sé su mejor modelo. Si criticas mucho a tu hijo, lo primero que aprenderá es a juzgar

Segundo: En cambio, si lo elogias con regularidad, él aprenderá a valorar. ¿Qué ocurre si le muestras hostilidad al niño? él aprenderá a pelear
Tercero: Si se ridiculiza al niño de modo habitual, será una persona tímida. Ayuda a que tu hijo crezca sintiéndose seguro a cada instante, será entonces cuando aprenda a confiar en los demás.

Cuarto: Si  desprecias a tu hijo niño con frecuencia, se desarrollará un sentimiento muy negativo de culpa.

Propicia que tu hijo vea que sus ideas y opiniones son siempre aceptadas, con ello conseguimos que se sientan bien ellos mismos.

Quinto:  Si el niño vive en una atmósfera donde se siente cuidado, integrado, amado y  necesario, aprenderá a encontrar amor en el mundo.
Sexto: No hables mal de tu niño/a, ni cuando está cerca, ni cuando no lo está. Concéntrate en que tu hijo está creciendo y desarrollándose de modo óptimo, valora siempre  lo bueno del niño de tal manera que no quede nunca lugar para lo malo.

Séptimo: Escucha siempre a tu hijo y respóndele cuando él se acerque a ti con una pregunta o un comentario.
Octavo: Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error. Apóyalo. Lo corregirá ahora o quizá un poco más adelante.

Noveno: Debes estar dispuesto/a ayudar a tu niño si busca algo, pero debes también estar dispuesto a permitir que encuentre las cosas por sí solo
Décimo: Cuando te dirijas a tu hijo, hazlo siempre de la mejor manera. Ofrécele lo mejor que hay en ti mismo/a: "Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja entonces de buscar la aprobación de los adultos a cada paso".

* Basado en artículo de La Vanguardia de España

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