Feria de las Alasitas, Patrimonio Cultural de la Nación
Tradicional feria que tiene como personaje principal al Ekeko y
donde los deseos se compran en miniatura, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
Sobre sus orígenes e historia nos escribe Yolanda Cornejo Bravo, comunicadora y
artesana puneña.
Por: Yolanda Cornejo Bravo (K´ori Tika)
franyol_c@hotmail.com
franyol_c@hotmail.com
La feria de las Alasitas es una tradición de todo el
altiplano aymara y quechua. Sus orígenes se remontan a épocas ancestrales y a
las zonas rurales , donde se solía regalar deseos por alcanzar, entre miembros de las familias, ya sea en la
ganadería, agricultura y otras actividades cotidianas.
Los “deseos” a
regalar se realizaban con productos de la zona como: piedrecitas, arcilla, ichu (paja brava) ,
fibras de alpaca o llama. Todos los deseos
eran representados en miniaturas; se decía que un awichu (viejecito muy
cariñoso), era el mensajero de la alegría y la felicidad.
Con el tiempo, esta costumbre ancestral es tomada por los
pobladores de la ciudad; con la llegada de los españoles deja de ser solo de
los indígenas para alcanzar a todos los que tenían deseos de alcanzar la
felicidad y alegría.
La tradición ha variado, antes se adquirían los “deseos” con botones, posteriormente con monedas de
plomo y ahora es con billetes de alto valor. La vigencia del Awichu o Eq´eq´o (ceñido) ha permanecido aunque con
variaciones. Ahora aparece repleto de miniaturas, los cuales son regalados por
los creyentes para que él los pueda
convertir en realidad; como carros,
casas, títulos y todo lo que uno pueda anhelar.
Sobre el origen de la palabra “alasitas” hay varias
versiones, una de ellas es que vendría de la palabra alhaja. Los españoles que
no entendían el idioma nativo, lo
asociaron a lo más preciado, dado que los nativos tampoco entendían el
castellano, le adjudicaron el nombre de “alasitay”, (los diminutivos en quechua
se les agrega el sufijo “ay”) .
En otros pueblos de Puno, la Fiesta de los deseos es
conocido como Q´enchani y se realiza en los Apus (cerros tutelares) porque hay la creencia de que el tayta inti
(Sol) era escuchado por el awichu . Con
la presencia de los españoles, la fiesta toma otro elemento como la cruz, de
allí la presencia de ellas en muchos de los cerros de los pueblos del altiplano.
Comentarios
Publicar un comentario