Andrés Soto no solo fue el autor de “El Tamalito”

Andrés Soto Mena fue sociólogo egresado de la PUCP y estudió música en el Conservatorio;  su talento fue apreciado por Chabuca Granda y alabado por Mario Vargas Llosa; en el 2002 fue declarado “Patrimonio Cultural Vivo de la Nación”.

Sociólogo, músico de conservatorio y Patrimonio Cultural de la Nación
Sus creaciones (de temática urbana, trovas  y coplas negras, entre otras) captaban el espíritu costumbrista y testimonial de la población negra que lo resaltaba con orgullo.
Nacido en Lima el 29 de abril de 1949, Andrés Soto Mena, estudió secundaria en el emblemático colegio Guadalupe y se licenció en sociología en la universidad Católica en 1972. Tres años después, ingresó a la Escuela Nacional de Música (Conservatorio) donde tuvo como maestros a Celso Garrido Lecca y Enrique Iturriaga.
En la década del 70 ya era reconocido en ámbitos estudiantiles, sindicatos y artísticos. Años antes conformó el cuarteto “Manos Duras” con el Kiri Escobar, Paco Guzmán y Hugo Castillo.
Para Chabuca Granda (con quien participó en Chile acompañado por la Primera Orquesta Sinfónica de ese país, conjuntamente con Álvaro Lagos en la guitarra y Caitro Soto de la Colina en el cajón) era uno de los grandes cultores de la música . Nuestro premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa no escatimó elogios para sus composiciones (dedicó unas líneas al disco de Cecilia Barraza que contenía solo temas de Andrés Soto).
Paseó su talento por Europa, fue consultor en la Escuela Nacional Superior de Folclore "José ´María Arguedas".


Andrés Soto mena, un grande de la música peruana

A su talento se deben éxitos como El Membrillito, Negra Presuntuosa, Tu Mirada Y MI Voz,  Quisiera Ser Caramelo, El Tamalito, entre otras.  También escribió el libro “Testimonio de Obras, canciones, epístolas y otros adefesios”.
En el 2002, el Instituto Nacional de Cultura lo declaró Patrimonio Cultural Vivo de la Nación.

EL BRIBÓN
Tras 32 años  de alejamiento musical, donde se crearon leyendas hasta de su muerte, volvió con una producción de la mano de Liliana Schiantarelli llamada El Bribón,  conteniendo temas íntegramente de su  autoría.
En una entrevista con el periodista Johnny Padilla admitió que durante años vivió peligrosamente un romance con la bohemia y el alcohol.
“Los excesos con el alcohol me llevaron directo al siquiatra. Llegué a no poder salir al escenario, para mí tomarme un trago era después no parar. Aunque muchos dicen que es irreversible, el alcoholismo es una enfermedad curable” 
Su retorno causó gran expectativa y encontró en el cariño del público su mejor aliciente para seguir creando.
“ Regresé para quedarme” dijo como corolario a la entrevista y no se equivocó Andrés Soto, porque en la memoria popular quedaron sus canciones.

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